Tendencias de consumo y agenda 2030
“Estamos en el inicio del cambio. La sostenibilidad juega un papel cada vez más importante y la crisis climática está calando también entre los consumidores”.
La pandemia COVID_19 ha dejado en evidencia las numerosas debilidades del sistema comercial actual, agravando, aún más si cabe, las crisis sanitaria, económica y social que sufren muchos países. Es el momento de establecer modelos económicos y comerciales más sostenibles para las personas y para el planeta.
¿Cómo será un Retail post-pandemia?
Si algo ha puesto de manifiesto la pandemia del COVID_19 es que vivíamos en un sistema insostenible. El parón al que nos hemos visto abocados para detenerla nos ha obligado a reducir o modificar nuestros hábitos de consumo y a valorar más que nunca la calidad de las relaciones entre las personas.
El consumo está evolucionando de forma diferente. En el largo plazo, reflexionaremos hacia dónde vamos y en ese punto será importante tener en cuenta la necesidad de crear espacios abiertos, usos mixtos, el confort y el ocio integrado con el Retail.
Tendremos que sofisticarnos más en la oferta comercial en su conjunto, con entornos seguros y divertidos. Esta crisis ha puesto de relevancia que lo único constante es el cambio. Por eso, los retailers deben saber qué imagen tienen y cómo son las marcas a las que representan. Vamos a necesitar consumidores muy enamorados del comercio en una visión más amplia, y no solo de sus productos, y eso va a hacer que muchas marcas vuelvan al centro de las ciudades ofreciendo mejoras para la comunidad.
Existen indicadores que nos confirman que un tanto por ciento del gasto es influenciado por la tienda física, con lo cual no vamos a una desaparición de las tiendas físicas, sino a una nueva imagen a proyectar. Otro dato es que el comercio dobla la posibilidad de venta cuando tiene tienda física, con la virtual. Indudablemente vamos hacia un cambio de las tiendas y hacia un cambio en la forma que los stakeholders se relacionan. Por tanto, tenemos que tener presente que, no se impondrá el e-commerce como único canal de venta.
Esta conexión social es muy importante en el ser humano. Por ello tenemos que pensar también en llamar el comercio local, comercio de convivencia. Sin olvidar que también saldrá reforzado el e-commerce. Es el momento de construir un nuevo modelo de comercio local que hasta ahora no existía.
Un modelo de comercio de proximidad, al que podemos ir casi andando, y tengamos nuevas experiencias de compra. El pequeño comercio va a adquirir mucho valor. Vamos a una polarización donde van a quedar unos pocos grandes porque tienen valores y sabrán hacer esa conexión más allá de lo que venden, y el comercio local que sepa incorporar los valores de sus potenciales clientes en sus modelos de gestión, que sepan crear valor compartido con los consumidores. Esta nueva visión de la comunidad va a ser una oportunidad grandísima para que se transformen las poblaciones, y los comercios serán un catalizador de la actividad comunal.
Uno de los indicadores de valor esenciales, para esta nueva etapa del comercio es la sostenibilidad, pero no solo la económica que es vital, sino también la medioambiental del planeta y de las comunidades y grupos de interés implicados en las acciones comerciales. En comercio lo sostenible tendrá varias vías: por un lado, lo vinculado a los productos, y también hacer espacios más eficientes y que emitan menos CO2, tiendas más eficientes y sostenibles – Tiendas Ecoeficientes, sin olvidar ser sostenible con la comunidad, porque la sostenibilidad también nos conecta con el animal social que somos porque necesitamos encontrarnos emocional y sensorialmente.
Es el momento de construir un nuevo modelo de comercio local que hasta ahora no existía
Llegados a este punto toca hablar de responsabilidad social, donde se pongan en marcha acciones de toda índole. La RSC va a añadir valor a los comercios. No sólo va a existir la marca o comercio, sino también las acciones que esté desarrollando en pro del planeta, la comunidad. La sostenibilidad tiene mucho que ver con el impacto social positivo, es un fin, una visión de donde queremos estar. Es importante que las prácticas sostenibles se desarrollen porque generan valor a las marcas a los comercios, a los empleados, y la sociedad en general.
Estamos viendo que la situación actual está permitiendo que salgan reforzadas tendencias positivas que ya se estaban teniendo: hábitos saludables, ecología, economía sostenible, alquiler de prendas, reuso, de la reparación, en su conjunto, un consumo más responsable. Esta pandemia puede sacar de nosotros nuestros mejores valores y reforzar los cambios positivos que estaba teniendo la sociedad y el comercio. Estos valores serán los que ayudarán al comercio a devolver la confianza y a trabajar y definir el propósito de su actividad comercial, el para qué, el fin de nuestro negocio, más allá del económico.
Debemos pensar que esta crisis hará triunfar nuestra conciencia ecológica, reconocer nuestra vulnerabilidad, y apostar por una vida más calmada. Hay que frenar, dedicarnos a la gente que queremos, concentrar el mayor número posible nuestras acciones en la proximidad. Es un buen momento para poder implementar todas las ideas que teníamos antes.
La conclusión general es que estamos dispuestos a rectificar en lo que sea necesario para desarrollar un comportamiento más responsable con el medio ambiente, más seguro con la salud y más conciliador con las distintas esferas de nuestra vida. El Retail post-pandemia debe alinearse con esa triple necesidad de los ciudadanos para recuperar su protagonismo como motor económico.
Ramón Prous Zaragoza
Consultor de Sostenibilidad, RSE y ODS en Retail