Hace muchos siglos, era la prehistoria, cuando las caravanas nómadas comenzaban a formar incipientes caminos, los productos no eran muy abundantes porque solo se recogían los que se daban espontáneamente y las gentes adolecían de casi todo, existió el gran precursor de la economía y del comercio. Era un personaje de corazón noble y generoso motivado únicamente por el deseo de servir y ayudar a sus congéneres, a quien nunca se le ocurrió sacar un ápice de ventaja o utilidad para sí, porque ni la ganancia ni la comisión se habían inventado, época en la que todos trabajaban para mantenerse conjuntamente con vida, porque de su clan, tribu o familia dependían unos y otros y porque además los recursos eran distribuidos equitativamente. Época remota y extraña en la que todos vivían para y por todos, y todos a su vez inter dependían sin ser empleados, ni coachers, ni asesores entre sí.

Sucedió cuando en uno de estos periplos trashumantes y pedestres (en el sentido estricto) este mozalbete recién-sapiens, fabricó un bello collar  de cuentas de huesos, piedrecitas de colores y dientes de animales ensartadas con una aguja de espina de pescado para llevarle a su enamorada del vecino clan, hermosa criatura de cabellos largos ataviada con pieles quien al recibir el presente, lanzó un cavernícola grito de gracias y premió al joven por su desinteresado gesto con un útil cortador de sílice – muy similar a los cuchillos de hoy-, que fue recibido con beneplácito por el apuesto artesano. ¡Eureka!, acababan de inventar el trueque y tal vez el día del amor y la amistad.

El ser humano por naturaleza y gracias a las aspiraciones, deseos, proyectos, angustias y no pocas veces frustraciones, genera necesidades que soluciona con la inteligencia y los recursos –herramientas- que su ingenio produce. Recoger del suelo una rama caída para hacer una extensión del brazo y así alcanzar los frutos más altos del árbol engendra la invención de la herramienta, solución o avance  primordial para el desarrollo productivo, tecnológico y hasta lingüístico del hombre. Herramientas tan maravillosamente simples como la cuchara, el anzuelo, el cuchillo, la aguja, la rueda o la red, datan de los albores de la humanidad y son insuperables por su sencillez y eficiencia, incapaces hoy de mejorarlos los grandes diseñadores se contentan simplemente con repetirlos adornados en materiales y acabados contemporáneos, pero el concepto del instrumento sigue siendo el mismo desde esa idea inicial, básica, impar.

Sergio Cardozo. Arquitecto Retail

Bogotá. Colombia

 

 

2 Comments

  1. Cardozo, me asombras con este estilo tan humano y practico…la compraventa sin medios ….
    Felicitacion de verdad.

    • Mr. Gómez , aunque no se aplica con frecuencia, la responsabilidad social empresarial también se puede desarrollar a través de la gestión del Retail, ceder utilidades por economías de escala, compartir descuentos de negocios bien concebidos , la misma reinversión en el punto de venta que favorezca al consumidor o dependientes, etc. Redundará en beneficios colaborativos: trueque contemporáneo . Deberíamos pensarlo.

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